4 min. de lectura

Compartir

Estados decisivos: elección 2020

4 min. de lectura

Como consecuencia del sistema electoral estadounidense, en el cual los Estados tienen asignados un número determinado de “electores” que ejerce su voto a través del Colegio Electoral, la victoria en algunos estados clave puede determinar una elección. A los estados que oscilan en su preferencia se les conoce como “swing state” y podrían cambiar el rumbo de estos comicios.

En Estados Unidos algunos estados regularmente se inclinan hacia un partido u otro, republicanos o demócratas tienen preponderancia en sus procesos electorales. Tradicionalmente se asigna el color rojo a los estados donde suele ganar el candidato republicano y el color azul a aquellos donde triunfan los candidatos demócratas. Sin embargo, existen estado que varían su preferencia de una elección a otra, estos son conocidos como “swing state” o “purple state”.

Para Jon McHenry, vicepresidente del North Star Opinion Research, estos estados son el auténtico “campo de batalla” de estos comicios. McHenry define a estos estados como “cualquier estado que cambiara entre partidos en 2016. Entonces, contaría Michigan, Wisconsin y Pensilvania. Como mencioné antes, contaría Florida y Iowa que votaron por el presidente Obama en 2012, que votaron por el presidente Trump en 2016”.

Ya que la elección presidencial se gana con al menos 270 electores, la victoria en un estado como Florida, que otorga 29 electores, o Pensilvania que asigna 20, puede ser la diferencia entre una derrota o una ajustada victoria.  Para McHenry también pueden contar como estados decisivos “cualquier estado que se haya decidido por cinco puntos o menos” en la anterior elección.

En esta lista entrarían estados del oeste como Arizona y Nevada, así como Colorado, Minnesota, New Hampshire, Maine y Carolina del Norte. “Bajo esta definición, tenemos una carrera muy cerrada de 201 votos electorales” resalta McHenry. Como consecuencia de esto el grueso de la campaña de los aspirantes a la presidencia busca fortalecerse en estos estados, ya que considera otros territorios como más seguros. Así, por ejemplo, el estado de Nueva York no ha votado por un candidato republicano a la presidencia desde la victoria de Ronald Reagan en 1984 o Alabama no ha votado por un demócrata desde la elección de Jimmy Carter en 1976.

Como consecuencia de esto los candidatos centran sus mensajes en estos estados y atienden a las principales demandas en estas áreas. McHenry resalta la importancia del tema económico y la generación de empleos en varios de estos estados en disputa, una situación que hasta el año pasado beneficiada a la candidatura del presidente Trump según las encuestas, pero que se vio afectada por la pandemia del COVID-19 este año.

“Esta administración se centrará más en lo que los votantes perderían bajo la presidencia de Biden. Se centrará mucho en cómo se verían los aumentos de impuestos propuestos bajo el vicepresidente Biden, cómo se vería el nuevo acuerdo ecológico y el impacto que eso tendría en la economía. La economía sí importa. Y importa mucho en algunos de estos estados de campo de batalla” explica McHenry.

Para dimensionar el peso de estos estados en la presente elección presentamos la siguiente infografía.