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Donaciones para salvar a un abandonado sistema de salud

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En 2018 el Banco Interamericano de Desarrollo calificó el sistemad salud de Guatemala como el menos eficiente de Latinoamérica. Y de esa cuenta, durante dos meses, la emergencia sanitaria causada por el Covid-19 se ha atendido con donaciones que hasta la fecha suman Q80 millones.


A dos meses de la llegada del primer caso de Coronavirus a Guatemala, una de las respuestas principales en materia de salud por parte del Gobierno ha sido buscar respaldo en las millonarias donaciones recibidas por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social. 

Hasta la fecha, el Estado ha recibido Q79.7 millones en concepto de donaciones para atender la crisis generada por la pandemia. Q39.4 millones han sido destinados al Ministerio de Salud para equipar los cinco hospitales temporales construidos en Guatemala, Quetzaltenango, Escuintla, Zacapa y Petén; también para dotar de insumos al Hospital Nacional de Especialidades de Villa Nueva, primer centro que atendió a pacientes infectados. Estos datos son registrados por la Conred.


El 21 de marzo, el presidente Alejandro Giammattei inauguró el hospital temporal del Parque de la Industria en donde explicó que por una donación de US$1 millón del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) se empezó a construir dicho centro. También reconoció que por un aporte de la Cervecería Centroamericana se logró equipar dicho hospital.

“Quiero profundamente agradecer en primer lugar a la Cervecería Centroamericana porque ahí ocurrió el segundo milagro. Dijimos ¿de dónde vamos a obtener los recursos para poder tener el equipamiento? Se requerían 48 unidades de intensivo previendo un intensivo grande por el tamaño del hospital. Recibí la llamada de don Juan Monge y me dijo: «Presidente, cuente con el dinero. ¿Como cuánto es?» Y le dije: como un millón de dólares.”

En dicha actividad, Giammattei también dijo que la embajada de Taiwán donó US$1 millón usados para equipar el hospital de Quetzaltenango y Zacapa. “Con ese millón de dólares vamos a abrir dos hospitales que van a tener 24 unidades de intensivo y 250 camas entre los dos hospitales”.

No fue sino hasta que el número de contagiados por Coronavirus en Guatemala llegó a más de mil, a inicios de mayo de 2020, que el gobierno por fin se planteó que las donaciones serían insuficientes, teniendo que ejecutar compras estatales para estos hospitales temporales. 

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El hospital de campaña del Parque de la Industria se construyó con US$1 millón del BID y donaciones en especias de la Cervecería Centroamericana. (Foto: Presidencia de Guatemala)

Según Lucrecia Hernández Mack, exministra de salud y diputada por el Movimiento Semilla, funcionar con donaciones no es sostenible porque se acaban. Además, criticó que con la ampliación presupuestaria aprobada para el Ministerio de Salud, los hospitales temporales no han hecho compras y contrataciones. Hernández advierte que no ejecutar el presupuesto asignado para combatir la emergencia pone en riesgo la salud de todo el personal médico:

“La información que nos han dado es que el montaje y puesta en marcha de los hospitales temporales ha sido a pura donación. Lo poquito que el (hospital del) Parque de la Industria ha podido ejecutar ha sido en ciertos servicios como alimentación, lavandería, instalación de gases, contratación de personal, pero no han podido hacer las compras más importantes. Tanto las autoridades del Ministerio de Salud como las del hospital del Parque de la Industria sí comentan que están sobreviviendo a puras donaciones. Esto significa que no todos los días tienen trajes; un día tienen batas de un tipo y otro día batas de otro, mascarillas de un tipo y otro día de otro tipo, porque han sido acciones de buenas personas, organizaciones, empresarios, etcétera, las que les han permitido dotarse de algunos insumos, pero esto no es sostenible en el tiempo. Y no se vale que el congreso apruebe ampliaciones presupuestarias de casi los Q1,500 millones y el Ministerio de Salud no logra hacer las compras.”

Las donaciones recibidas por el Gobierno van desde mascarillas, camillas y respiradores para abastecer los centros hospitalarios, hasta aceite, frijol, maíz y atol para crear los llamados kits “saldremos adelante” (cajas con alimentos) que fueron entregadas a 200 mil familias.

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El Gobierno de Taiwán donó US$ 1 milllón para los hospitales de campaña de Quetzaltenango y Zacapa.  (Foto: Presidencia de Guatemala).

Inicialmente, los hospitales temporales y el Hospital Nacional de Especialidades de Villa Nueva serían los únicos en atender pacientes con Coronavirus, pero debido al incremento de casos en las últimas semanas, se estipuló que los portadores del virus que paguen seguro social serán trasladados para su atención al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS).

Para la investigadora Karin Slowing, las donaciones solo sirven para atender una emergencia a corto tiempo, no dos meses como lo ha hecho el gobierno. La doctora explica que el Ministerio de Salud tuvo dos meses de preparación para equiparar los hospitales para combatir el virus, pero no lo hicieron:

“Eso no es el problema, qué bueno que donen, pero es un paliativo, no es sostenible. La lógica de este gobierno fue que por la vía privada y (las) donaciones iban a enfrentar exitosamente la epidemia, y estamos viendo que la apuesta fue equivocada. Se debió aprovechar esos dos meses y medio antes de que reventara todo para preparar, por lo menos, la red de hospitales para crear un área para tratar casos de Covid.”

Las expertas explican que combatir una pandemia con donaciones no fue una estrategia correcta porque los hospitales se están quedando sin insumos para proteger al personal médico y para atender a los pacientes. Un ejemplo de esto son los Hospitales de Villa Nueva y el improvisado del Parque de la Industria.

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El Hospital Temporal COVID-19 de Petén fue implementado en la base militar de la Fuerza Aérea guatemalteca. (Foto: Presidencia).

La salud más deficiente

Históricamente el sistema de salud guatemalteco ha presentado serias deficiencias en infraestructura y equipamiento, así como problemas en el abastecimiento de medicamentos e insumos médicos. Sumado a eso, siempre ha existido escasez de personal en los hospitales, puestos y centros de salud. Esta situación se ha vuelto más notoria durante la imprevisible pandemia.

El informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) titulado “Mejor gasto para mejores vidas”, presentado en 2018, señala que el sistema de salud de Guatemala es el menos eficiente de Latinoamérica y el Caribe. Por aparte, el Fondo monetario internacional con el estudio “Alcanzar objetivos de desarrollo sostenible seleccionados en Guatemala: gastos, provisiones y necesidades de financiamiento”, revela que en el país hay un médico por cada mil personas.

Zulma Calderón, doctora y jefa de supervisión hospitalaria de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), explica que la crisis enfrentada por el Ministerio de Salud y Asistencia Social (MSPAS) ante la pandemia del Coronavirus es resultado de una nula inversión en infraestructura en las últimas cinco décadas, adviertiendo que al pasar esta crisis el sistema de salud quedará aún más debilitado:

“Para una población de 17 millones de personas tenemos 45 hospitales y alrededor de mil puestos y centros de salud, esto significa un rezago entre 40 a 50 años solo en infraestructura. Estamos en aprietos porque tenemos un sistema de salud débil y tenemos que atender a una enfermedad nueva que está causando el debilitamiento del sistema.”

Médicos sin insumos para protegerse

Antes del aparecimiento de la pandemia en el país, el nuevo Hospital Nacional de Especialidades de Villa Nueva fue el escogido por el Ministerio de Salud para atender a los futuros pacientes, ya que el ingreso del virus era inminente. Actualmente este hospital está funcionando en su máxima capacidad.

En una reciente verificación la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) encontró que solo hay tres médicos para atender a 90 pacientes de Covid-19, esto porque algunos doctores se han contagiado y sus equipos (enfermeros) han sido puestos en cuarentena.

“El hospital está colapsado, aunque el ministerio (de salud) quiera decir otra cosa. Nosotros fuimos y encontramos 90 pacientes en un lugar para 90 pacientes. Sumado a que no ha existido disponibilidad presupuestaria para comprar equipo de protección personal y el personal médico se ha contagiado y lo han puesto en cuarentena. Por eso es que hay solo 3 médicos para atender a 90 pacientes”, dijo la supervisora hospitalaria, Zulma Calderón.

La falta de insumos y personal en el Hospital de Villa Nueva es un reflejo de la demanda histórica que ha existido en el país. 

Desde el punto de, Lucrecia Hernández Mack el sistema de Guatemala no fue construido para garantizar el derecho a la salud, sino como un sistema reactivo y no preventivo. Enfatiza que el hecho de no tener puestos de salud que se dediquen en la prevención de enfermedades y centros de salud que las atiendan, provoca que estos casos y lleguen a los hospitales provocando su colapso.

“Nosotros tuvimos un estado contrainsurgente nunca tuvimos un estado social, un estado que a la hora de recibir demandas sociales y económicas respondiera con políticas sociales y económicas, sino que tuvimos un estado contrainsurgente que a las demandas sociales y economías respondía con represión. Sobre ese estado contrainsurgente se montó un estado neoliberal que piensa que el rol del estado en la salud es para paliar y dar atención únicamente a los pobrecitos y no un estado que garantiza derechos”.

En 2016, el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI) presentó el informe “la eficiencia del gasto público en educación y salud en Guatemala” el cual  señala que el sistema de salud tiene un retraso de al menos 40 años en relación a la infraestructura. El documento puntualiza que el primer nivel de atención solo tiene la capacidad para atender el 22 por ciento de la población, es decir, 3.4 millones de personas de 17 millones.


«Si hemos visto que los sistemas de salud de España y Suecia están colapsando, era de preverse que el sistema de salud (de Guatemala) vaya a colapsar», Lucrecia Hernández Mack. 


Tras los descubrimientos de la PDH, el 11 de mayo los médicos del referido hospital salieron a pronunciarse y exigiendo equipo de protección y contratación de personal.

“Somos parte del staff de los médicos, personal técnico, de farmacia, laboratorio, enfermería del Hospital Nacional Especializado de Villa Nueva. Existe una problemática en el hospital en términos de recursos humano y equipo de protección. La necesidad de exponernos ante ustedes (los medios) es para que el pueblo de Guatemala esté tranquilo, no dejaremos de atender. Estamos dando todo el esfuerzo para poder ayudar en esta pandemia”, dijo un médico que evitó identificarse por temor a represalias.

Un día después, el personal del Hospital Temporal del Parque de la Industria también denunció falta de equipo de protección y dijeron que en ocasiones se les han dado bolsas de basura para usarlas como batas.

“Somos un grupo de médicos y enfermeros porque tenemos hay una serie de situaciones que no son admisibles, no buscamos pelear con las autoridades, sino que se cumplan con nuestros derechos básicos”. “No señalamos a nadie, a ningún viceministro y menos a las autoridades de este hospital. Hay carencia de mascarillas, hay carencia de batas”. “Colegas han denunciado que el equipo de protección no es el adecuado. El día de ayer nos dieron bolsas de basura cortadas que no protegen”, fueron algunas de las denuncias de los médicos.


El virus estropeó la planificación

A decir del viceministro de salud, Erick Muñoz el primer y segundo nivel de atención en salud, así como la red hospitalaria a nivel general se encuentra deficiente. Señaló que los planes de la actual administración es fortalecer los centros de salud, pero que la entrada del virus atrasó los planes.

“El nivel primero y el nivel segundo que son puestos y centros de salud tienen que fortalecerse. Esto ayudaría a descargar de tanta consulta a los hospitales que no tienen que estar atendiendo consultas como una diarrea o una enfermedad respiratoria superficial. Si los puestos de salud están fortalecidos la descarga de los hospitales sería menos. Esta administración si va a invertir en levantar este sistema. Ahorita está un poco deficiente. El tema del Covid vino a retrasar un poco los planes que teníamos”.

Para Karin Slowing, doctora e investigadora social, la llegada del virus ha visibilizado en la población las carencias que tienen los hospitales y que el país no cuenta con las capacidades para lidiar con una pandemia, ya que desde los 70´s y 80´s no se construye un centro con características similares a los hospitales Roosevelt y San Juan de Dios.

“La situación actual está desnudando esa debilidad estructural e histórica del sistema de salud. Estamos viendo lo grave que esto puede llegar a ser. Esto evidencia la situación dramática de la salud. La última infraestructura, hospital de grandes proporciones, que se construyó en Guatemala fue el de Cobán. De ahí, tuvieron que pasar 30 años para construir unidades hospitalarias de menor tamaño como el de Villa Nueva”.

Los datos revelan que el sistema de salud del país no está preparado estructuralmente y financieramente para ponerle frente a una pandemia. Las donaciones de empresas y organizaciones han permitido que el Estado pueda atender a los pacientes de este virus, que a la fecha ha cobrado la vida de 29 personas.

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Para una población de 17 millones de personas, Guatemala solo cuenta con 45 hospitales. Esto evidencia la gran precariedad del sistema de salud. (Foto: Presidencia)

No solo de donaciones se combate una pandemia

En ocasiones, las demandas no son producto de la falta de recursos, sino de una mala ejecución. Hasta el 13 de mayo, el Hospital Nacional de Especialidades de Villa Nueva tenía ejecutado el 4.63 % de su presupuesto para combatir el Covid-19, mientras que el Hospital Temporal del Parque de la Industria registraba un 1.03 %. En el caso de los hospitales de Quezaltenango, Escuintla, Zacapa y Petén no han usado los recursos aprobados por el Congreso.

Zulma Calderón de la PDH dijo que el Gobierno debe admitir que ha fallado en la ejecución de los recursos para atender a los pacientes, comprar equipo y abastecer los hospitales. “Hay que reconocer que la planificación ha fallado. No se han apegado a ningún plan estratégico de respuesta, no hay planes de compra y contrataciones. Sobre la marcha se están dando estos procesos”.

Sobre las denuncias de los médicos y personal, el Ministerio de Salud publicó en sus redes sociales un video en el que el viceministro de hospitales, German Scheel, atacó a los médicos diciendo que están impidiendo el funcionamiento del centro, en lugar de reconocer que no han ejecutado los presupuestos asignados.

“Se menciona que no hay insumos, el hospital está perfectamente dotado de insumos. Sacaron por ahí unas fotografías con muy mala fe de personas con bolsas de basura, lo cual es totalmente incierto. Posteriormente los médicos están creando conflictos para lograr que no se pueda desarrollar adecuadamente el hospital del parque”.

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Las donaciones recibidas por el Gobierno van desde mascarillas, camillas y respiradores para abastecer los centros hospitalarios, hasta aceite, frijol, maíz y atol para crear los llamados kits saldremos adelante (cajas con alimentos) que fueron entregadas a 200 mil familias. (Foto: Presidencia)
 

Pasaron dos meses para que el Ministerio de Salud dejara de usar las donaciones y empezara a hacer compras con su presupuesto. A través de un comunicado anunció que comprarán millones de mascarillas, batas, guantes y trajes de bioseguridad para evitar que más médicos y personal se contagien.

Las entrevistadas coincidieron que los problemas que han afectado el sistema de salud guatemalteco también se dejan ver en esta pandemia, revelando que las falencias no son de cada gobierno, sino estructurales.

Zulma Calderón, Karin Slowing y Lucrecia Hernández Mack concluyeron que la crisis provocada por el coronavirus debe ser un punto de partida para reformar el sistema de salud guatemalteco. Modernización que debe incluir infraestructura, equipamiento de puestos, centros y hospitales, contratación de personal e implementación de políticas que prevengan enfermedades.

“Una de las lecciones aprendidas en esta crisis sanitaria debe de ser la inversión que se le debe de dar al sistema de salud. La única forma de responder a una pandemia es con un sistema de salud pública fortalecido”, puntualizó Calderón.