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‘Pocho’: alcalde, pastor y narco

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Ayutla, un pueblo guatemalteco en la frontera con México, fue gobernado casi 12 años por Erik Súñiga, un narcotraficante que utilizó la religión evangélica para cimentar su poder. Nadie pudo desplazarlo. Hasta que un día llegó la DEA.


El profeta, un pastor argentino llamado Pablo Esquivel, tomó la mano de Erick Súñiga y comenzó a relatarle los grandes planes que Dios tenía para él. Era un día de enero de 2016 y el templo de la iglesia evangélica que Súñiga había fundado y en la que solía predicar, Ministerios Restauración y Paz, estaba casi lleno.

Su esposa, Jessica Morfin, y sus dos hijas, Isel y Vianney, le acompañaban, también muchos vecinos que, además de considerarlo su pastor, lo habían elegido alcalde desde hacía ocho años. Súñiga, al que todos en el municipio de Ayutla, conocen como ‘Pocho’, cerró los ojos y escuchó la profecía.

“Esta temporada que viene, dice el Señor, será una temporada de mucha cosecha”, comenzó diciendo Esquivel, como consta en un video publicado en Youtube. “Vienen días de elevar tu cargo político. (…) Yo veo una conexión muy fuerte con el Presidente, y por tu labor en esta región, dice el Señor, el presidente te va a llamar porque verá los cambios tan poderosos que han surgido en esta comunidad”.

Hizo una pausa y continuó: “Estoy viendo proyectos que van a pasar por tus manos, proyectos que tienen que ver con terrenos, estoy viendo terrenos grandes, el Señor me dice que te diga: tienes mi OK, hazlo, esos terrenos que viste, hazlo. Me dice el Señor: voy a visitar tu casa con muchos bienes y no te preocupes por el qué dirán, dice el Señor, porque he sido yo, el que te va a prosperar y bendecir”.

Esquivel, un pastor neopentecostal que vive en España y viaja por el mundo anunciando prosperidad y éxito,  acertó en algunas de sus profecías. En otras no tanto.

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Ayutla, también conocida como Tecún Umán, es uno de los principales pasos fronterizos entre Guatemala y México en la costa del Pacífico. El río Suchiate, que cada año atraviesan miles de migrantes, separa los dos países. (Foto: Gabriela Rios).

El entonces presidente guatemalteco, Jimmy Morales, sí visitó Ayutla, el municipio de 40 mil habitantes gobernado por Erick Súñiga,  aunque nunca le otorgó ningún cargo o honor especial al alcalde.

Las predicciones sobre su prosperidad fueron más acertadas. ‘Pocho’ era alcalde de su pueblo desde 2008 y pastor evangélico en Restauración y Paz, pero también un hombre que acumuló una fortuna.

Además de construir un templo nuevo para su iglesia, Súñiga tejió a su alrededor una red de empresas en las que figuraban como socias o administradoras, su esposa, sus hijas, empleados de la municipalidad de Ayutla  o pastores de su iglesia.

Estas empresas y personas compraron al menos 32 inmuebles entre 2009 y 2019, según un inventario realizado para esta investigación periodística transfronteriza, Paraísos de Dinero y Fé.

Además, empresas relacionadas con ‘Pocho’ construyeron la urbanización residencial Valle Real y dos pequeños centros comerciales en Ayutla. Montaron una ganadería que vendía carne y abrieron al menos 16 comercios en el centro del municipio: farmacias, tiendas de ropa, de celulares, una taquería en el parque central, un restaurante, entre otros.

Pero ‘Pocho’ sí tenía razones para preocuparse por “el que dirán” que mencionó el profeta Esquivel.  Porque los rumores del origen de su fortuna llegaron a los oídos de la autoridad antinarcóticos de Estados Unidos, las temidas tres letras: DEA (Drug Enforcement Administration).

Esta institución lo investigó y recabó pruebas en su contra, y tres años después de aquel día profético, en abril de 2019, consiguió que el Departamento de Justicia de Estados Unidos lo solicitara en extradición. 

Súñiga se entregó en diciembre de 2019 a las autoridades estadounidenses y murió en abril de 2020. Aunque no se informó oficialmente la causa de su muerte, documentos presentados a la corte que lo procesaba, muestran que padecía cáncer de páncreas y, que poco antes de entregarse, había sido sometido a cirugía y quimioterapia.

Según la acusación en su contra, presentada en una corte de Texas,  Súñiga, el alcalde y pastor, había exportado cocaína a Estados Unidos por lo menos desde 2008. Las autoridades de Estados Unidos lo señalaron de ser líder de una organización criminal de la que también era parte dos de sus hermanos.          

En un comunicado, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos afirmó que el alcalde había sido proveedor del cártel de Sinaloa. Se desconocen los detalles de los hechos que se le imputan. Sin embargo, dada la localización de Ayutla,  a la vez, cerca de la costa Pacífica y de la frontera mexicana, es probable que ‘Pocho’, al igual que otros narcotraficantes de esta región cuyas historias narramos aquí, sirviera de enlace logístico y financiero entre los narcos colombianos que enviaban la droga desde el sur, y los mexicanos que la compraban.

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En diciembre de 2019, Erik Súñiga y dos de sus hermanos fueron incorporados a la lista OFAC, que designa a extranjeros sometidos a sanciones por Estados Unidos. Poco después, Pocho se entregó a la justicia. (Foto: Office of Foreign Assets Control).

Con la extradición y muerte de ‘Pocho’ terminó un experimento singular:  un hombre que durante casi 12 años concentró poder político en la alcaldía, religioso con su iglesia, económico con su red de empresas y criminal con su contrabando de cocaína.

Vecinos, activistas y miembros de la sociedad civil de Ayutla describieron el municipio, como un pequeño estado en el que los narcotraficantes gobernaban, no peleaban entre ellos, donaban dinero a los más pobres, compraban las voluntades que fuera necesario y eliminaban a cualquiera que alterase “la paz” de la comunidad, según ellos la definían.

Este modelo resultó provechoso para Súñiga durante más de una década y ningún político convencional pudo competir contra él. Aun en las elecciones municipales de septiembre de 2019, cuando la orden de extradición en su contra era pública y la autoridad electoral le impidió ser candidato, su agrupación, el Comité Cívico Crecer, obtuvo el 65 por ciento de los votos.

“No solo es que él terminó con la delincuencia,  es que nos sentíamos realmente protegidos. Yo mismo ahora votaría de nuevo por él”, señaló un vecino que pidió no ser identificado.

El comienzo

Ayutla fue siempre un municipio marcado por la frontera. Solo un puente que cruza el río Suchiate separa el pueblo de Ciudad Hidalgo, Chiapas. Muchos habitantes subsisten del contrabando de cualquier producto que sea más barato en México: huevos, gasolina o papel higiénico. Otros se dedican al cambio de divisas o atienden los negocios que han florecido en torno a la migración hacia Estados Unidos.

Ayutla es también el lugar de origen de prominentes narcotraficantes como Juan Alberto Ortiz López, alias Chamalé o Mauro Salomón Ramírez, alias León Marino.

La mala reputación acompañaba al pueblo. Abundaban la prostitución y la pequeña delincuencia. Esto hizo que fuera conocido popularmente como “Tijuanita”. Hasta que llegó ‘Pocho’.

Súñiga creció en Nueva Concepción, Escuintla, y en algún momento de su juventud se estableció Ayutla. Allí se involucró en la actividad más lucrativa de la región: el tráfico de drogas. Ayutla era entonces territorio de un poderoso capo: Chamalé. (Ver su historia en esta misma investigación). Aunque ambos tuvieron vínculos, esta investigación periodística no pudo determinar si ‘Pocho’ integró o no la organización de Chamalé.

Al cumplir los 30 años, en 2005, Súñiga comenzó a ser conocido por la ayuda que prestó después de que la tormenta Stan destruyera parte del pueblo.  En los días posteriores al desastre, él colaboró en la reconstrucción de casas y de un dique que protege la costa de Ayutla del océano, explicaron vecinos.

Al mismo tiempo, se convirtió al evangelismo y comenzó a asistir a la sede local de una iglesia popular en el occidente del país: Bethania.

“Yo le evangelicé, le hablé del Señor y lo aceptó. Él me comentó que en el pasado había cometido algunos errores, pero que necesitaba conocer la luz, arrepentirse, orar”, relató Elmer Brenes, el pastor principal de Bethania en Ayutla. 

A partir de entonces, comenzó a ser aún más conocido. Participaba en retiros y otros eventos de la iglesia, explicó Brenes. Aprovechó su carisma para lanzar su candidatura a la alcaldía en 2007, presentándose como un empresario exitoso; un cristiano evangélico que ayudaba a los necesitados y prometía terminar con la criminalidad.

A pesar de su religiosidad, muchos vecinos sabían qué significaba en realidad ser un empresario exitoso en Ayutla. Eso producía temor. Pero, al mismo tiempo, formaba parte de su atractivo como candidato.

Muchos votantes creían que la mano dura contra la delincuencia era lo que se necesitaba para arreglar Ayutla. Si los políticos tradicionales no habían podido hacerlo, quizá el crimen organizado lo lograría.

Una persona que colaboró en su primera campaña y que pidió no ser identificada aseguró que ‘Pocho’ fue el mejor candidato a alcalde que conoció. A diferencia de otros candidatos, disponía de fondos para producir videos y canciones, organizar conciertos y regalar camisetas. Además, acuñó una frase: “Dios te bendiga, papa”, que repetía y que todos identifican con él hasta la actualidad.

Desde el principio, expuso este asesor, ‘Pocho’ tuvo un discurso religioso basado en las ideas de restauración y de paz; que la prosperidad y el orden serían “restaurados” en Ayutla porque esa era la voluntad de Dios y que el pueblo viviría en paz bajo su gobierno.  Estos dos conceptos, darían nombre a la iglesia que el alcalde crearía en febrero de 2012.  

El candidato también tuvo el apoyo de su pastor, Elmer Brenes, quien le acompañó y asesoró, según expuso el asesor.

En una reunión celebrada con media docena de miembros de la sociedad civil de Ayutla, estos también identificaron a Brenes como uno de los religiosos que más apoyó públicamente a ‘Pocho’.

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PElmer Brenes es uno de los pastores más importantes de la costa de San Marcos. Pertenece a Bethania, un megatemplo evangélico que tiene su sede en Quetzaltenango. (Foto: Facebook Ministerios Restauración y Paz).

Brenes explicó que la asistencia que otorgó a ‘Pocho’ fue siempre estrictamente religiosa. “Yo no soy político, y no estuve en política con él. Pero yo no puedo negarle ayuda espiritual a una persona que me la pide”, dijo el pastor.    

La iglesia Bethania, de la que Brenes es pastor, tiene presencia en todo el sur y occidente de Guatemala y a nivel internacional, especialmente, en el sur de México. Fue fundada por el apóstol Efraín Avelar, un pastor que siempre viste de manera impecable y que promete abundancia, milagros y protección frente a los demonios desde su enorme auditorio en la ciudad de Quetzaltenango.

Este templo es tan próspero que tiene su propia agencia bancaria en el interior. La iglesia es, además, el centro de una red de empresas que incluye radios, colegios y negocios inmobiliarios.

En 2017, dos de los pastores principales de la iglesia fueron acusados de fraude fiscal. A través de una empresa llamada GIO, los dos pastores vendían casas en residenciales a los fieles de la iglesia, pero no declaraban ante las autoridades tributarias todos los ingresos que obtenían. Según la investigación, en 2008, GIO declaró ingresos por 17 mil dólares, cuando en realidad ganó casi 5 millones. 

Muchas de las filiales de Bethania en el departamento de San Marcos y en Chiapas, México, fueron fundadas por el apóstol Brenes. Según él explicó, 17 de las iglesias de Bethania en la región fueron creadas bajo su autoridad religiosa.

Con dinero suficiente para gastar y el apoyo de un conocido pastor, Súñiga, ganó sus primeras elecciones y asumió el cargo en enero de 2008. A partir de entonces, el nuevo alcalde comenzó su programa de restauración y paz.

Prohibió las ventas callejeras, cerró cantinas, reparó calles, pintó fachadas. Entre sus medidas más radicales estuvieron la creación de un cuerpo policial dedicado a seguridad, aunque la ley en Guatemala no les permite a los municipios crear un policía con estas funciones,  y la instalación de un sistema de cámaras de videovigilancia. 

Cuando en 2014, un equipo de televisión salvadoreña viajó a Ayutla para informar sobre la política de seguridad de ‘Pocho’, notaron que la Policía Nacional Civil, solo patrullaba en el perímetro del pueblo. “La seguridad de este municipio prácticamente está en manos de la municipalidad”, explicaba el locutor.

“Aquí la policía municipal mira secuestros… y no nos corresponde a nosotros, pero ¿vamos a esperar a alguien de afuera a quien sí le corresponde? Eso sería irresponsabilidad de nosotros como autoridades municipales”, dijo el alcalde a los reporteros salvadoreños.

Sin la presencia de autoridades estatales, el municipio quedó en manos de ‘Pocho’.


En Ayutla, todos mencionan que en esta época hubo “limpieza social”. “No se combatió la delincuencia, se erradicó”, expuso el asesor. “Algunos fueron invitados a marcharse, otros aparecieron tirados en el río”, dijo uno de los activistas del municipio. Nadie tuvo juicio y nadie dice cuántos inocentes pudieron caer bajo esa justicia arbitraria.

Aún así, muchos vecinos apoyaron con entusiasmo estas medidas. Aunque Ayutla siempre tuvo una de las tasas de homicidios más altas de San Marcos, la política de ‘Pocho’ hizo al municipio verse mejor: la gente percibía menos violencia y las calles se veían más ordenadas.

Expulsados vendedores ambulantes, prostitutas o maleantes del parque central,  ‘Pocho’ construyó en él un auditorio al que bautizó con su nombre: Centro Cultural Erik Súñiga. Allí se organizaron durante sus casi 12 años de mandato todo tipo de eventos, entre ellos, muchos relacionados con la religión evangélica: noches de profecías, de ayuno y oración, conciertos de rock cristiano, obras de teatro organizadas por las iglesias de Ayutla.

El poder

Poco a poco el alcalde fue consolidando su poder. En 2012, tras su primera reelección, comenzó a presentarse como pastor evangélico y fundó su propia iglesia, Ministerios Restauración y Paz, como se expone en la escritura de constitución de la iglesia.

Elmer Brenes, el pastor de Bethania que convirtió a ‘Pocho’, dijo que la nueva iglesia fue fundada bajo su autoridad religiosa. “El vino a mí para abrir su iglesia y yo le otorgué cobertura espiritual”, dijo Brenes.

El alcalde Súñiga, nombró a su hija Isel presidenta de la iglesia. Esta joven ganó el  concurso de belleza Miss Guatemala en 2017 y representó a su país en Miss Universo. Su otra hija, Vianney, se convirtió en pastora. Concejales y empleados de la municipalidad también formaron parte de la directiva de la iglesia.

Henry Ramírez Seis, un joven conocido popularmente como el profeta Henry Seis, fue nombrado vicepresidente de la iglesia.  Este pastor predicó con frecuencia en una de las sedes de  Bethania en Ayutla y se considera discípulo de Elmer Brenes, según muestran sus publicaciones en Facebook.

Para finales de 2015, Restauración y Paz, ya había construido un moderno templo con forma de semicírculo en el que se celebraban actividades todos los días: cultos, noches de alabanza, servicios para jóvenes, para matrimonios, conciertos; invitaban a pastores de otras iglesias o a profetas como Pablo Esquivel, que anunciaban un brillante porvenir para el alcalde.

pocho en la iglesia
Aunque carecía de formación específica o estudios superiores, Erik Suñiga comenzó a presentarse como pastor y líder de su propia iglesia en 2012. (Foto: Facebook Ministerios Restauración y Paz).

‘Pocho’ predicaba con frecuencia en el templo. Los videos muestran a un hombre que alternaba las referencias a un Dios bondadoso y amoroso -solía referirse a Dios como “papito lindo”- con historias bíblicas que bien podrían estar asociadas a su vida como alcalde y proveedor del cártel de Sinaloa.  “Cuando lo crucificaron y murió, los soldados romanos y toda esa gente pensaron que a Jesús lo habían terminado, y que era el fin de Jesús, pero era el principio, ¿si me explico? Cuando tus enemigos piensan que te están dando la última estocada, es el principio de algo poderoso”, dijo en una ocasión.

Al mismo tiempo, ‘Pocho’ creó su propio partido político: el Comité Cívico Crecer y se erigió en un poder regional.

Su hija reina de belleza, Isel, fue electa concejal en el vecino municipio de Malacatán en 2015.

Existen evidencias de que ‘Pocho’ financió campañas de otros candidatos en esas elecciones. En mayo de 2015, durante la campaña electoral, ‘Pocho’ prestó 26 mil dólares a Alfonso José Villagrán de León, que se postulaba como candidato a la alcaldía del municipio de San Marcos, cabecera del departamento, como consta en las escrituras de uno de los notarios habituales de Pocho.

Villagrán de León no ganó pero fue designado gobernador del departamento en mayo de 2017 por el presidente Jimmy Morales.

Para su partido, Comité Cívico Crecer, el alcalde escogió el mismo logotipo que utilizaba la iglesia: una llama del Espíritu Santo. Fácilmente la gente podía asociar iglesia y partido.

Lo que tal vez no tenían tan claro es que el crimen organizado había infiltrado el gobierno local.

No solo el alcalde era narcotraficante, como se sabría después. Uno de sus concejales, Emilio Meoño, y una empleada de la municipalidad, Erika Eugenia Villagrán, fueron capturados en diciembre de 2013 por su relación con un sonado caso de lavado de dinero, uno de los mayores detectados en Guatemala.

La Fiscalía descubrió que una empresa llamada Cofruveisa simulaba la importación de aguacates, de México principalmente, para justificar el envío de grandes cantidades de dinero a ese país: 44 millones de dólares sólo durante 2010. Una parte del dinero que se transfería a México, procedía de dos cambistas de divisas de Ayutla: Meoño y Villagrán.

Uno de los fiscales que investigó el caso y que pidió no ser identificado, explicó que no se pudo determinar con certeza que el origen del dinero fuera el tráfico de drogas, aunque es probable, dado que las cifras que se movían eran muy altas.

En noviembre de 2019, Prudencio Rodríguez, otro empleado de la municipalidad, un conserje, también fue capturado por lavado de dinero. Fue acusado de prestar sus cuentas bancarias para realizar grandes transacciones de dinero cuyo origen no pudo justificar.

‘Pocho’, además, nombró como director municipal de planificación, un cargo de relevancia  en la alcaldía, a Nery Ildefonso Natareno Sandoval, padre de Nery Manfredo Natareno Chacón, alias Pastor, un traficante de Ayutla, también cristiano, con vínculos con el alcalde, que se entregó a las autoridades de Estados Unidos en junio 2015 y cumple allí condena. 

Alias Pastor,  de hecho, era  presidente de un Consejo Comunitario de Desarrollo de Ayutla, un cargo oficial que con frecuencia es ostentado por personas cercanas al partido que gobierna el municipio.

El narcoalcalde

Súñiga gobernó con personas ligadas al negocio del narcotráfico y los favoreció desde el poder.

Recién posesionado, en febrero de 2008, aprobó un acuerdo municipal que permitía entregar terrenos públicos a personas que mostraran que los habían “laborado o habitado”.

Gracias a esta disposición, entre 2009 y 2010, la alcaldía entregó a parientes y testaferros de Juan Ortiz, alias Chamalé, el mayor capo del narcotráfico en la zona, cinco grandes fincas que suman 168 hectáreas, como consta en el Registro de la Propiedad. Una parte de estas tierras son adyacentes a la frontera con México y por tanto muy valiosas para los traficantes.

Tras la captura de Chamalé, en 2011, un juzgado inició una investigación sobre su patrimonio y salió a la luz la existencia de estas propiedades y otros vínculos de su organización con el alcalde de Ayutla.

En 2014 una corte de San Marcos determinó que ‘Pocho’ debía perder su inmunidad de alcalde para poder ser procesado por su complicidad con Chamalé. En una resolución, esta corte concluyó que el alcalde había regalado tierras a los testaferros de Chamalé sin “siquiera demostrar que fueran vecinos del municipio” o que tuvieran algún derecho sobre las fincas.

Para entonces, las autoridades nacionales  ya sospechaban del alcalde. Un informe de la fiscalía de junio de 2013, al que tuvo acceso esta investigación, decía: “En el departamento de San Marcos existen varios grupos que se presume se dedican al narcotráfico. Sus principales cabecillas son o han sido Juan Ortiz, alias Chamalé, Sebastiana Cotton, alias La Tana, y un alcalde de la región. Aparentemente, trabajan de forma independiente, sin embargo, mantienen una relación cercana”.

En una ocasión, en 2018, agentes antinarcóticos trataron de requisar un vehículo de la comitiva del ‘Pocho’ por sospechas de que transportaba droga. Pero el alcalde, que solía moverse rodeado de guardaespaldas armados, no lo permitió.

A pesar de todo esto, ‘Pocho’ logró mantenerse en el cargo hasta finales de 2019. Y en ese periodo, siguió traficando, enriqueciéndose e hizo negocios aprovechando su cargo.

henry seis en restauracion y paz
Ariel Escobar (izquierda) y Henry Seis (derecha) son de pastores de Restauración y Paz que crearon sociedades que acumularon grandes propiedades. (Foto: Facebook de Ariel Escobar y Henry Seis).

Una red de empresas

Entre 2014 y 2016, personas cercanas al alcalde crearon una red de al menos cuatro sociedades. Estas sociedades se dedicaron a comprar terrenos, locales o casas en Ayutla y en ocasiones a pasarse las propiedades de unas a otras, como muestran registros públicos consultados para esta investigación. Algunas de ellas, además, terminaron siendo compradas por la propia municipalidad de Ayutla.

En enero de 2015, Inmobiliaria e Inversiones Maravilla, una sociedad creada por dos pastores de la iglesia de ‘Pocho’ y su hija Isel, adquirió una gran finca de 28 hectáreas que había pertenecido a un banco quebrado. Aunque se desconoce el valor real que pagó IRSHA por el terreno, debió ser millonario, ya que años antes, el inmueble había estado hipotecado por casi siete millones de dólares. 

De esta finca se fraccionaron varios lotes,  que pasaron a manos de otras sociedades o personas del grupo de ‘Pocho’. Una de ellas, Grupo War, también representada por uno de los pastores de la iglesia de Pocho, adquirió un pedazo de casi diez hectáreas. En este terreno, desarrollaron un residencial llamado Valle Real. Se trata de una urbanización aislada del resto del pueblo, con calles anchas y jardines cuidados, situada a un paso de la iglesia de ‘Pocho’, y habitada por familias de clase media; la proyección de su visión de restauración y paz, el sueño de prosperidad que predicaba. 

Grupo WAR también compró otra fracción de algo más de cuatro hectáreas. Este terreno fue después vendido a la municipalidad de Ayutla, en noviembre de 2016. El alcalde decidió que era el emplazamiento ideal para instalar un parqueo público para quienes asisten a la feria anual del municipio.

En un pueblo que ese año tuvo un presupuesto de seis millones de dólares, Súñiga decidió emplear casi un millón en comprar este terreno que pertenecía a una red de empresas vinculadas a sí mismo.

No fue el único terreno que el alcalde compró a sus allegados. Unos días antes, personas y sociedades vinculadas al alcalde vendieron otros dos inmuebles a la municipalidad  por casi 400 mil dólares. En uno, el gobierno municipal había decidido construir un basurero, en el otro, un cementerio.

De esta forma, con la colaboración de sus parientes y pastores, es posible que ‘Pocho’ lavara 1.4 millones de dólares con fondos públicos solo en 2016.

confraternidad de pastores de ayutla
La Confraternidad de Pastores de Ayutla fue uno de los grupos sobre los que construyó su poder Erik Súñiga. Ellos siguieron apoyando al narcotraficante hasta el final, cuando su orden de captura se había hecho pública. (Foto: Facebook Municipalidad de Ayutla).

Oración por ‘Pocho’

Pero ni las sospechas de narcotráfico, de  “limpieza” social, enriquecimiento o corrupción redujeron el apoyo que prestaron a ‘Pocho’ algunas de las principales iglesias del municipio.

Pastores como Elmer Brenes, de Bethania o Juan Díaz Pérez, de Casa Eben Ezer, entre otros, formaron parte de parte de una organización llamada Confraternidad de Pastores Ayutlecos que participó en numerosos actos organizados por ‘Pocho’ tanto en su faceta de alcalde como de líder religioso, según coincidieron vecinos y activistas.

A ambas iglesias les fue bien durante el gobierno del alcalde. Bethania construyó dos nuevos templos en Ayutla en los últimos tres años, como muestran sus publicaciones en Facebook.

Casa Eben Ezer, una iglesia que como Bethania se ha extendido por la costa del Pacífico y Chiapas, también construyó un nuevo templo en Ayutla en 2013.

Brenes dijo que sí recibió de ‘Pocho’ ofrendas, diezmos y apoyo a las actividades de su iglesia. Pero aseguró que “no fueron grandes cantidades, no eran muy significativas”; eran acordes a los ingresos de un hombre que tenía múltiples negocios legales, según explicó.

Ninguno de los pastores de Casa Eben Ezer pudo ser localizado durante esta investigación y no respondieron a repetidas solicitudes de entrevista a través de redes sociales.

Existen señales de que ambas iglesias, Bethania y Casa Eben Ezer, se beneficiaron de la relación con ‘Pocho’ o personas vinculadas a él.

El ya mencionado Nery Manfredo Natareno Chacón, alias Pastor (hijo del director municipal de planificación que nombró ‘Pocho’ en Ayutla), era un traficante que se entregó en 2015. No fue tan célebre como Súñiga’, pero también se hizo rico y algunas de sus estrategias fueron similares.

A pesar de su alias, no se pudo determinar si fue realmente pastor. Lo que sí es seguro es que era evangélico y, como lo había sido ‘Pocho’, fiel de la iglesia Bethania.

Cuando alias Pastor fue procesado en Estados Unidos, Brenes, el pastor de Bethania, escribió una carta dirigida a la corte encargada de juzgarle. “Es una persona de mi entera confianza y durante los años que tengo de conocerlo se ha identificado por su espíritu de trabajo y servicio”, expuso Brenes.

Además, un cuñado de alias Pastor, Román Estrada, también es pastor de Bethania.  Estrada escribió una carta a la corte estadounidense en la que afirma: “le conozco desde hace 15 años, es miembro de la iglesia Bethania y ha demostrado ser una persona responsable, honesta, confiable y de buenas costumbres”.

Como ‘Pocho’, alias Pastor también desarrolló una elegante urbanización residencial de clase media, El Olimpo, situada San Felipe Retalhuleu, a 80 kilómetros de Ayutla. Y en este lugar, su cuñado, Román Estrada, levantó  un templo evangélico de la iglesia Bethania.  Según explicó Brenes, este templo se erigió en un terreno donado por el narcotraficante.

Además, Román Estrada adquirió cerca de la iglesia dos lotes de terreno. Uno se lo vendió una empresa de alias Pastor y el otro un miembro de la junta directiva de la iglesia de ‘Pocho’. Sumados costaron, 9 mil dólares, como consta en el Registro de la Propiedad. Los lotes no fueron hipotecados, por lo que no está claro cómo pagó el pastor Estrada por ellos. 

De esta forma, gracias a los aportes de dos narcotraficantes, Bethania levantó un nuevo templo en San Felipe Retalhuleu.

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El pastor Román Estrada en Bethania San Felipe Retalhuleu, una templo construido sobre terrenos donados por el narcotraficante extraditado Manfredo Natareno Chacón, cuñado de Estrada. (Foto: Facebook Bethania San Felipe Retalhuleu).

Casa Eben Ezer también se benefició de su relación con narcotraficantes.

El pastor de esta iglesia en Ayutla, Juan Díaz Pérez, recibió en junio de 2015, gratuitamente, un lote de casi 900 metros cuadrados donados por el profeta Henry Seis, un pastor de la iglesia de ‘Pocho’, según información del Registro de la Propiedad.

Esta propiedad había sido originalmente comprada en 2008 por Jessica Morfin, la esposa de ‘Pocho’.  Casa Eben Ezer tuvo en propiedad este terreno durante dos años y medio y después, en enero de 2018, lo donó a Ministerios Restauración y Paz, según información del Registro de la Propiedad. No está claro para qué fue usado este lote.

Además, el fundador de Casa Eben Ezer, el apóstol Abisaí Revolorio, un pastor de la cercana ciudad de Coatepeque, recibió en abril de 2013, un préstamo de 10 mil dólares, de una ama de casa de 75 años llamada Dolores Baldomé Natareno, como muestran las escrituras de una notaria de Ayutla. 

Ella es tía de alias Pastor. Ella tiene a su nombre varios inmuebles y realizó múltiples préstamos similares a este, lo que sugiere que pudo ser utilizada como testaferro por su sobrino, el narcotraficante millonario.  Ella no pudo ser localizada por los periodistas de esta investigación.

El préstamo de 10 mil dólares se realizó mientras Casa Eben Ezer construía su nuevo templo en Ayutla.           

Quizá estas relaciones entre ‘Pocho’ y su grupo y Bethania y Casa Eben Ezer expliquen por qué ambas iglesias le apoyaron hasta el final.   

En mayo de 2019, días después de que se hiciera pública la orden de extradición por narcotráfico contra el alcalde, Ministerios Restauración y Paz celebró eventos, primero, con Elmer Brenes de Bethania en Ayutla, y después con el fundador de la misma iglesia, el apóstol Efraín Avelar, uno de los predicadores evangélicos más conocidos del occidente del país.

Brenes explicó que mantuvo su relación con ‘Pocho’ porque él “aún no había sido vencido en un juicio” y  porque la función de un pastor no es “investigar” a sus fieles, sino apoyarlos espiritualmente.

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Efrain Avelar, fundador de Bethania, predicando en Restauración y Paz en mayo de 2019, después de que los Estados Unidos solicitaran la extradición de Erik Súñiga. (Foto: Facebook Restauración y Paz).

La Confraternidad de Pastores Ayutlecos también organizó jornadas de ayuno y oración tras el anuncio de que la justicia estadounidense requería a ‘Pocho’.

Durante el resto de 2019 y hasta la entrega del  alcalde en los últimos días del año, la Confraternidad promovió varios eventos similares, entre ellos uno llamado Clamor por Ayutla que se celebró en diciembre, en el parque central.

Estas reuniones no se plantearon abiertamente como de apoyo a ‘Pocho’, sino en términos religiosos: su objetivo era orar por “el bienestar y la paz” en el municipio. Pero tras casi 12 años de gobierno en los que el alcalde llegó a convencer a la mayoría de vecinos de que él era garante del “bienestar y la paz”,  ambos objetivos se habían convertido en lo mismo. Orar por ‘Pocho’ era orar por el “bienestar y la paz” y viceversa.

Que estos actos contaran con una asistencia más bien exigua, como puede verse en fotografías publicadas en redes sociales, puede conducir a confusión.

Porque si un sentimiento hoy predomina en Ayutla es la incertidumbre.  Durante años, muchos vecinos sintieron que el grupo criminal más poderoso de la región había asumido el gobierno del pueblo. Ahora no saben qué sucederá. Algunos vecinos temen que la persecución al narcotráfico dañe la economía. O que, sin ‘Pocho’, los delincuentes regresen. O que los próximos líderes del narcotráfico sean más crueles que los anteriores. 

Paraísos de dinero y fe fue realizada en conjunto por Columbia Journalism Investigation, Centro Latinoamericano de Investigación Periodística, Univisión (US), Mexicanos Contra la Impunidad y Corrupción (México), Nómada (Guatemala), Canal 13 Noticias (Costa Rica), IDL-Reporteros (Perú), Infobae (Argentina), Agencia Publica (Brasil), Folha Sao Pablo (Brasil), La Diaria (Uruguay), El Tiempo (Colombia) y OCCRP (Europa).