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Invierno Anti-Democrático

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Son días lluviosos para aquellos que se organizan y manifiestan su descontento, la gran mayoría de la población deja morir su indignación detrás de una pantalla. En la actualidad el Estado guatemalteco ha demostrado ser capaz de perseguir y castigar a las personas que expresan su desagrado hacia el status quo. Guatemala atraviesa un invierno anti-democrático. 

invierno antidemocrático

¿Por qué la gente ya no sale a manifestar?, para responder esa pregunta No-Ficción presenta el cortometraje “Invierno Anti-Democrático” donde reúne la respuesta y visión de cinco actores sociales de diferentes generaciones para entender algunas de las principales causas que han provocado que en la actualidad la organización social y respuesta de la ciudadanía  ante los constantes actos de corrupción e impunidad no sean expresados con sinergia y fuerza en las calles.

Si viajamos en el tiempo a las decadas de 1970 y 1980, veremos a una Guatemala sumergida en un conflicto armado interno; con organizaciones sindicales y un movimiento estudiantil creciente que fue reprimido por cinco dictaduras militares; durnate esa época oscura al menos 736 estudiantes, catedráticos y trabajadores de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac), fueron desaparecidos o asesinados. 

Ahora regresamos al presente, veremos una Guatemala con tres poderes del Estado alineados, Juan Francisco Sandoval, el ex jefe de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI), exiliado en Estados Unidos; funcionarios públicos de alto poder señalados de corrupción  y un Ministerio Público (MP), que demostró recientemente ser capaz de perseguir a manifestantes. 

Los ex dirigentes estudiantiles, activistas y catedrático entrevistados para este cortometraje documental han coincidido en que es el  miedo a la represión, al ser procesados penalmente, eje central de las causas por las cuales la mayoría de habitantes de la ciudad de Guatemala suelen evitar salir a las calles a manifestar, en la actualidad 

Durante los  21 meses de la pandemia de la COVID-19, la única manifestación trascendental fueron las del 21 y 28 de noviembre del 2020; una defensora de derechos humanos y dos artistas que participaron en ella han sido procesados y ligados a proceso  un año después, acusados de “depredación del patrimonio cultural”. 

“Vemos que el gobierno o las fuerzas de seguridad tienen órdenes claras, de detener y de violentar a las personas (…) No buscan cuidar a la población en medio de la manifestación, sino más bien reprimir y silenciar”,  opinó Nanci Cinto, activista maya kaqchikel el 17 de noviembre, ocho días antes de que el MP la detuviera en su casa por su participación en la manifestación del #21N.

La indiferencia alimentada por la percepción de ver la corrupción y demás males del país como una situación lejana, el limitarse a hacer catarsis en redes sociales y la instrumentalización de la pandemia como una herramienta para limitar la organización social y estudiantil, complementan las causas  del ¿por qué la gente ya no sale a manifestar? que reunimos en el siguiente cortometraje: