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La maquinaria de la UNE en el Congreso, escenarios

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Las elecciones generales 2019 arrojan a la UNE como la fuerza predominante en el Congreso con 52 diputados, seguidos por Vamos con 17; y la UCN con 12 congresistas. La “clase media” del Legislativo la conformaran bancadas que tienen entre nueve y seis diputados de los partidos Valor, Bien, FCN-Nación, Semilla, Todos, Viva, Creo y Humanista que suman 58 diputados, según las estimaciones de resultados.


La novena legislatura iniciará el 2020 pintada de verde. La Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) con 52* diputados quedará a solo 29 votos de obtener la mayoría absoluta, es decir, más de la mitad de los congresistas. Con 81 votos los diputados pueden (en tres lecturas) decretar, reformar o derogar leyes, o para elegir a altos funcionarios como magistrados de la Corte Suprema de Justicia (cuya próxima elección, luego de la integración a finales de este año, será hasta 2022).

Pese a que el sistema político guatemalteco es presidencialista el Congreso de la República tiene un gran peso en la administración el gobierno. Por ejemplo, el Legislativo no solo aprueba el presupuesto del gobierno cada año, sino que tiene además la facultad de modificar sus rubros. Sobre el papel los diputados tienen la función de legislar, fiscalizar y representar las demandas de sus electores. En la práctica, existen otros intereses. 

La segunda fuerza en el Congreso es el partido Vamos con 17 diputados, una tercera parte por debajo de los congresistas electos de la UNE. Esta agrupación, del mismo partido del candidato presidencial Alejandro Giammattei, se presenta como un bloque sin diputados reelectos. Se trata de una bancada nueva, creada entorno a la figura de Giammattei, aunque según fuentes políticas ha tenido bastante peso en su formación la Cámara de Comercio, gracias a sus sedes regionales. El vicepresidenciable de Vamos, Guillermo Castillo fue hasta el 2018 director ejecutivo de esta cámara empresarial y mano derecha de Jorge Briz, el hombre fuerte de este ente gremial.

El tercer bloque en el Legislativo es la Unión del Cambio Nacional (UCN) con 12 diputados. La agrupación obtuvo dos diputados por Lista Nacional y diez por los distritos pese a que su presidenciable Mario Amílcar Estrada Orellana fue capturado hace solo dos meses en Estados Unidos acusado de buscar financiamiento ilícito del Cartel de Sinaloa para su campaña electoral, a cambio de entregar los puertos y aeropuertos del país al cartel, y de planificar el asesinato de dos candidatos presidenciales.

Entre los congresistas electos por UCN, por Lista Nacional, se encuentra Julio Francisco Lainfiesta Rímola, uno de los cuatro congresistas operadores de un contrato para efectuar lobby contra la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, Cicig, en 2017. También figura entre los congresistas electos por Lista Nacional, Karla Andrea Martínez Hernández, electa en 2015 por el partido del ex candidato presidencial y capturado en EE.UU, Manuel Baldizón, Libertad Democrática Renovada (Lider), es hija de la exdiputada Sofía Hernández, también excongresista de este partido cancelado en 2017 por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) por financiamiento ilícito. Ahora Martínez Hernández regresa al Congreso como diputada de UCN.

Esta partido también cuenta entre su congresistas a Julio César López Escobar, sobrino del “rey del Tenis” Roberto López Villatoro, operador de las cortes de justicia, y de Julio César López Villatoro, ex congresista de la UNE que tiene un proceso judicial en su contra por el caso Plazas Fantasma en el Congreso. La UCN también logró la reelección del diputado Carlos Napoleón Rojas Alarcón, hijo del coronel Napoleón Rojas Méndez, exintegrante del desparecido Estado Mayor Presidencial, durante la administración del FRG. El coronel Rojas fue encontrado culpable en junio del 2014 del traslado de Q30 millones al Crédito Hipotecario Nacional (CHN), provenientes de la sustracción de Q120 millones del Ministerio de la Defensa Nacional en el 2001.

La nueva legislatura también estará integrada, según estimaciones de los resultados electorales, por un número record de mujeres: 31 congresistas. El bloque de la UNE con 11; UCN, 4; Vamos, 4; Bien, 3; Semilla, 2; así como Todos, Winaq, Valor, MLP, FCN-Nación y CREO con una diputada.

Dentro de un bloque de partidos que se ubican ideológicamente en la centro izquierda, destacan algunos alcances en sus números de diputados. Semilla, por ejemplo, cuenta con siete congresistas; el partido histórico de la izquierda, la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) tiene 3; Winaq logró colocar a 4 congresistas; además del Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP) que cuenta con una representante.

En bloque, estas agrupaciones -si deciden aliarse para temas específicos- suman 15 legisladores.


La aritmética de UNE o Vamos como oficialista

La maquinaria electoral de la UNE, sus amplias bases en todo el país asociadas a alcaldes y diputados en ejercicio más candidatos locales, logró que el partido tuviera representación de diputados en los 22 departamentos y en la Lista Nacional fue el mayor ganador con siete congresistas, mientras que en el distrito central (la ciudad de Guatemala) no obtuvo ningún diputado.

De cara a la próxima Legislatura el bloque de la UNE ya se encuentra en la búsqueda de alianzas. De obtener la presidencia, Sandra Torres tendría un poder incuestionable en la asignación de recursos para obras y plazas de trabajo que serían configurados en relación a los intresesde los diputados distritales y que podría permitir el control del Congreso desde el Ejecutivo. De resultar perdedora Torres, la bancada de la UNE tendría la llave para bloquear el Legislativo.

Si mantienen la disciplina del voto parlamentario harían casi imposible que, una improbable alianza del resto de partidos, lograra aprobar cualquier decreto de urgencia nacional. Ya que se requeriría 105 votos; y el resto de agrupaciones suma 108 curules. El peso de este bloque también complicará la aprobación de cualquier ley ordinaria, en tres lecturas, con 81 votos que provenga de una alianza del bloque oficialista de Vamos.

Las probabilidades de tráfico de influencias para avanzar una agenda legislativa, en ambos casos, son altas.

Entre los probables aliados de la UNE se encontraría Todos, agrupación que originalmente se desprendió de la UNE, y un acercamiento a otros congresistas de bloques del partido Bien, asociado a la figura de Alfonso Portillo, y Valor, cuya candidata presidencial Zury Ríos, ya no compitió en los comicios. Entre otras posibles alianzas.

Gracias a las reformas de la Ley Electoral y de Partidos Políticos de 2016, impulsadas en gran parte por la UNE, el transfuguismo es ahora sancionado y los diputados que dejen sus bloques no podrán ser reelectos ni presidir comisiones de trabajo o integrar la Junta Directiva del Congreso.  Sin embargo, los diputados si pueden declararse independientes y aún dentro de sus agrupaciones pueden otorgar su voto libremente por lo que los respaldos informales podrían darle el control del Congreso a la UNE.

Este juego de alianzas sería más difícil para Vamos. En dado caso se convierta en el partido oficial, sus congresistas son nuevos en el Legislativo, ninguno tiene historial como diputado. Vamos, además tiene una fuerza que solo representa el 10 por ciento del Congreso y su principal opositor, la UNE, podría bloquear sus iniciativas y negociar concesiones para temas presupuestarios o la asignación de obras públicas en los distintos departamentos.

La UNE parte de una posición de fuerza, desde ya, para controlar el Legislativo y tener un papel decisión en la aprobación del presupuesto del año 2020. Esta situación hace probable, desde el lado contrario, un acercamiento de Vamos -incluso antes de asumir las diputaciones- con el actual partido de gobierno, FCN-Nación, en el Congreso antes de finalizar el 2019.

En consecuencia, el escenario del nuevo Congreso podría hacer recordar el concepto de “aplanadora”, es decir, como ocurría en los años noventa cuando los partidos oficiales, PAN (en 1996 con 43 diputados de 80) o el FRG (en 1999 con 63 diputados de 113), conseguían bancadas mayoritarias, sin embargo, la UNE aún se encuentra leos de estas cifras. La UNE, en su historia reciente, ha logrado alianzas importantes con otros partidos dentro del Congreso, como cuando se alió con GANA y mantuvo amplia influencia en el Congreso durante el gobierno de Álvaro Colom (2008-2012), en el sistema semi parlamentario guatemalteco quien controla el Legislativo marca en gran parte el rumbo del país.

*El 12 de julio se actualizó la distribución de las curules en el Congreso al ser oficializados los resultados por parte del Tribunal Supremo Electoral. En total variaron dos diputaciones respecto a la publicación del 19 de junio; dos diputaciones menos para la UNE, una más asignada al partido Vamos, que alcanza los 17 diputados; y otra al partido Victoria que obtiene 4 curules.