Portada podcast Escapar para no perder la voz, historia de Michelle Mendoza

30 min. de lectura

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PODCAST | Escapar para no perder la voz

30 min. de lectura

Locución y guión: Lucía Escobar (No Ficción) / Edición: Las Indomables

Transcripción:

Michelle | Mientras salga una vocecita a decir algo diferente a lo que ellos no quieren, van a hacer hasta lo imposible por atacarte, encontrarte lo que sea y digo yo a mí me quitaron todo si quieres verlo de esta manera, físicamente. Psicológicamente me quitaron la cercanía con mis hijas. Me quitaron mi país. Me quitaron mi comida. Me quitaron a mi familia, mis amigos. Mi forma de trabajar no, porque el trabajo lo sigo teniendo, pero no me quitaron ni mi nombre ni mi dignidad. Ni mis ganas de hacer algo por este país.

Lucía | La que habla es Michelle Mendoza, una periodista guatemalteca, corresponsal en Guatemala para CNN. Desde mayo de 2022 no vive en su país. Está exiliada en los Estados Unidos. En Guatemala se quedaron sus dos hijas -de 17 y 6 años- con quienes solo puede comunicarse vía zoom. Como ella, yo también soy periodista, guatemalteca y madre, así que quise entender lo que la había llevado a salir repentinamente de su país hace un año, y sin sus hijas. Para hacerlo, tomé un avión a Washington, DC, la ciudad en la que ahora vive Michelle.

Lucía | Bienvenidas y bienvenidos al podcast de DES-AUTORIZADAS, un especial de periodismo multimedia que cuenta los retrocesos democráticos en Centroamérica y su impacto en las mujeres, con el apoyo de Free Press Unlimited… Mi nombre es Lucía Escobar y soy periodista del medio No Ficción. Esta es la historia de Guatemala.

Lucía | Aquí debo ser honesta. En realidad hay dos razones que me llevan a Washington DC. La primera, sí, es entrevistar a la periodista Michelle Mendoza. La segunda es personal; visitar a mi hermana, Claudia Escobar, quién desde el 2015 también vive un destierro forzado de Guatemala. Claudia fue de las primeras magistradas que abandonó el país, cuando en el 2014 denunció tráfico de influencias para la designación de magistrados y presentó evidencias ante la Comisión Internacional contra la impunidad, la CICIG, que llevaron a la captura y encarcelamiento de Gudy Rivera, expresidente del congreso de la república. 

Antes de mi hermana, la ex fiscal Claudia Paz y Paz también había salido del país por amenazas recibidas por su trabajo al frente de la fiscalía. Y después de ellas, los casos se han multiplicado y se suman a una enorme lista, que no deja de crecer, de jueces, magistrados, fiscales, periodistas y defensores de derechos humanos que se encuentran señalados y perseguidos por hacer su trabajo. La cifra de exiliados ya superó los cien. El caso de Michelle es solo uno de los que reflejan este fenómeno de destierro. Esta es ella, nuevamente. 

Michelle | Y me tocó tomar la decisión de pedir asilo. Fue la decisión más difícil que he tomado en mi vida porque mis hijas estaban allá. 

Lucía | Para finalmente irse con todas las implicaciones que el desarraigo incluye, Michelle Mendoza tuvo que llegar a un límite, y a un punto de no retorno. No es fácil cambiar de vida, de país, de idioma. El clima y la comida son distintos. La familia y los amigos se extrañan. 

El vuelo a Washington desde Guatemala dura seis horas y huele al famoso pollo frito que muchos centroamericanos llevan en cajas en el avión, como un último recuerdo gustativo del país. Yo no llevo pollo, pero llevo café guatemalteco para Michelle y para mi hermana. 

Pero comencemos por el principio. ¿Quién es Michelle? ¿Y de dónde salió esta periodista que incomodó tanto al poder?


Michelle | Yo me llamo Berta Michelle Mendoza Muñoz y me dedico a ser periodista desde hace un poquito más de 12 años, completamente. Y tengo 38 años. Los cumplí el 29 de diciembre del 2022 acá en Estados Unidos. 

Lucía | Hicimos esta entrevista en su nuevo hogar, una acogedora casa estadounidense de los suburbios. Michelle nos tiene una mesa llena, con comida que ella misma preparó, ahora que tiene más tiempo libre y no corre contra el reloj por una primicia. Antes de hacer la entrevista, hablamos del café de Guatemala, y le entregué una libra de mi preferido. A pesar de que no es fácil conseguir ese café en Estados Unidos, ella no duda en ofreceremos una taza a mí y a Xavier Dussaq, el fotógrafo que nos acompaña.   

Lucía | La curiosidad periodística de Michelle comenzó cuando apenas era una niña. Ella recuerda el momento exacto: cuando vió en televisión nacional la última ejecución por fusilamiento en Guatemala, el 13 de septiembre de 1996, un evento mediático en directo que la marcó como a muchos niños de ese tiempo. 

Michelle | Mi hermano mayor y yo estábamos en la sala, viendo el monopolio de la televisión nacional, que desde ese momento ya nos tiraba esas imágenes tan crudas y vimos la forma en la que murieron estas dos personas. Entonces me acuerdo que mis papás entraron y estaban furiosos, porque los dos estábamos viendo aquel evento. Y entonces me acuerdo que más allá de que mis papás se enojaron y nos castigaron esta vez, aunque nosotros no teníamos la culpa, pensé, pero qué necesidad había de que nosotros viéramos eso.

Lucía | Esa noticia mal contada y la reflexión que generó en ella pudo haber sido el germen de su interés en el periodismo, aunque le tomaría varios años más llegar hasta esta realización.

Michelle | Así con el pasar de años entonces de repente sentí la necesidad de que quería hablar en público, pero no sabía qué y de repente me gustaba mucho bailar y la actuación y hice todo lo posible para obtener una beca en México para actuación y de repente pum, el último año de cuando me gradué de maestra en Educación pre Primaria quedo embarazada, tenía 19 años.

Lucía | Después del colegio, de donde se graduó como maestra en educación pre primaria, quiso estudiar periodismo y publicidad, pero el embarazo cambió temporalmente sus planes. 

Michelle | Y cuando quedé embarazada me daba tanto sueño y me dormía en las clases que tuve que desistir a seguir estudiando me dormía. Entonces le puse pausa a todos los mis sueños y todo lo que tenía para ser mamá.

Lucía | Pasaron los años, trabajó un año como maestra de educación primaria, su hija creció y Michelle tuvo más tiempo para volver a dedicarse a sí misma. Fue en ese momento que entró a trabajar como periodista en un noticiero llamado Latitud Televisión, que luego se convertiría en Tv Azteca y así se enamoró del periodismo.

Michelle | Y tuve la oportunidad de entrar a un mundo fantástico en el que te dabas cuenta de la desigualdad tan grande que había desde lo más mínimo hasta lo más grande y empecé a darme cuenta que al salir del 9 km del centro de la ciudad de Guatemala, empezar la urbe para la metrópolis, tenías una cantidad de problemas espantosos. Me iba a meter a esos lugares a caminar a hablar con la gente y a a darle la oportunidad a esas personas de contarnos todo lo que vivían, así fue como llegué. 

Lucía | Un día la llamó un colega periodista para decirle que estaban buscando un corresponsal en CNN. Michelle se rió, pensando que solo contratarían a alguien con doctorado, pero aplicó de todas formas y unos días después tuvo su primera cobertura. Y así fue como en el 2017 llegó su contrato con CNN, con el que empezó a recorrer todo su país por trabajo.

Michelle | Me siento orgullosa de decir que los 330 y tantos municipios que hay en Guatemala yo conozco más de 300. Y es darte cuenta que este en todo sentido las personas han sido olvidadas y aprenden a sobrevivir solas, entonces cada una de las historias, que a mí me han tocado siempre tienen que ver con esa lucha y necesidad de sobrevivir en un país tan rico y tan hermoso.

Lucía | Ser periodista en Guatemala implica estar constantemente expuesta a estas desigualdades, a los problemas de la gente, a sus luchas por sobrevivir. Y muchas veces, también, implica conocer el infierno. En 2017, a Michelle le tocó cubrir una de las peores tragedias que han sucedido en Guatemala, la quema del Hogar Seguro Virgen de la Asunción, en la que 41 niñas en cuidado del Estado fallecieron en un incendio luego de haber sido encerradas en un cuarto. 

Michelle | Yo tenía dos meses de haber tenido a mi segunda hija, estaba dando de mamar. Entonces me acuerdo que era mi primer trabajo fuerte para CNN y yo tenía que lucirme no tenía equipo, tenía un iPad ahí todo medio viejo. Estaba vestida de morado porque era el día era el 8 de marzo y tenía entonces yo me sentía orgullosa, sabes? No, no sé. Ay, esas pequeñas victorias que uno se va ganando uno mismo decía. Bueno es ocho de marzo y taz, la primera llamada, no se está quemando este el infierno espantoso de  no solo ser periodista y tener que contarle al mundo la tragedia, sino de verlo de cerca, de olerlo, de escuchar las emociones de sentir estas vainas. Entonces creo que el lugar seguro Virgen de la Asunción fue uno de las primeras más fuertes que he vivido, el tratar de contenerte y lo siento, te lo digo y lo siento en la garganta. El llanto desesperado de las mamás que se te acercan a los periodistas y te sangolotean para pedirte información.

Lucía | También le tocó cubrir otros temas delicados, como la explosión y deslave del volcán de fuego en junio del 2018, las caravanas de migrantes hacia los Estados Unidos del 2018 al 2021, casos de feminicidio, entre otros.

Michelle | Vaya Dios tan grande que me permite sentir el, ese sentimiento tan grande de frustración de ser mujer guatemalteca, Lucía, de tener a mis hijas allá. De ver lo que pasa y que pareciera que no va a mejorar nada. Y la desventaja que se siente ser mujer, madre, periodista, hija, guatemalteca.

Lucía | Al hacer periodismo las mujeres estamos reivindicando y rompiendo muchos roles de género tradicionales. Y ese “atrevimiento” suele provocar reacciones, críticas, cuestionamientos. Yo también como periodista guatemalteca, he vivido este acoso. En el 2011 tuve que salir exiliada de Panajachel, el pueblo donde vivía, por amenazas de muerte por mi trabajo periodístico. Otra razón por la que este tema me afecta y me importa. 

Michelle | La primera parte fea fue ser periodista mujer en un gremio de hombres en Guatemala. Esa fue la primera parte, que te ningunean que te morbosean, que sus mujeres y que te ven diferente, desde desde los colegas hasta las personas que entrevistas y vas lidiando con esa mecánica absurda de que a veces te pueden decir cosas inapropiadas o vas lidiando con eso no vas, ¿eh? Y así lo llevaba.

Lucía | Un parte aguas en la relación de la prensa con los gobiernos de turno, fue la expulsión de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala, la CICIG, un proceso que se inició en el 2017, por medio de un video grabado y publicado por el presidente Jimmy Morales, pero que no se concretó hasta dos años después. 

Jimmy Morales  | Como presidente de la república, por los intereses del pueblo de Guatemala, el fortalecimiento de un estado de derecho y la institucionalidad, declaro non-grato al señor Iván Velásquez Gómez, en su calidad de comisionado de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala y ordeno que abandone inmediatamente la república de Guatemala.

Lucía | Esto generó una polarización muy fuerte entre los guatemaltecos. La opinión pública se dividió en dos: los que estaban a favor y los que estaban en contra de esta decisión unilateral de declarar non grato al colombiano Ivan Velasquez, jefe de dicha comisión. Publicar alguna noticia u opinión apoyando a la comisión empezó a provocar reacciones exageradas entre algunos actores conservadores. 

Michelle | Tuve una amenaza de violación, como uno de periodista tiene fuentes por todos lados. Yo también tengo también tengo fuentes ligadas a pandillas y tuve una información de alguien muy importante que me puso en auto que estaban soltando más o menos entre 300 y 500 mil quetzales para ver quién se atrevía a darme un susto, incluyendo una violación, y yo tenía completa certeza de esa información, porque yo ya había manejado otras informaciones que se habian cumplido. Entonces uno sabe cómo cotejar esa información.

Lucía | Entre 300 y 500 mil quetzales se ofrecían para darle a Michelle un susto con violación incluída. Es decir, entre 40 y 66 mil dólares americanos aproximadamente. La amenaza presuntamente provenía de adentro del gobierno, así que Michelle les confrontó directamente por medio de un vocero del presidente. Luego de eso, las amenazas se detuvieron.

Michelle | Esa fue la primera vez. Lo confronté, se detuvo, ya no sufrí nada, no amenazas, se calmó todo y yo seguí trabajando moviéndome. De repente llegó el gobierno de Alejandro Giammattei.

Lucía | En enero de 2020, Alejandro Giammattei, trás más de una década detrás de la presidencia, tomaría el poder con el partido VAMOS. Una de sus primeras acciones fue crear el Centro de Gobierno y puso al frente en el puesto más importante a Miguel Martínez, un joven sin experiencia política, presuntamente pareja del presidente. Los medios y Michelle comenzaron a hablar de esta relación y a investigar a Martínez. Esto provocó que el presidente se pusiera tenso y a la defensiva. 

Michelle | Eso fue gradual y lo empecé a sentir, entonces yo necesitaba testigos, porque algo me decía que no iban a parar y eso fue a raíz de la salida de la CICIG.

Lucía | Con el presidente Giammattei en el poder, se inició una persecución, no sólo contra la gente que había trabajado con la CICIG, si no también contra quienes cuestionaban los métodos con que fue expulsada, como hicieron muchos periodistas. Las cosas se empezaron a complicar nuevamente para Michelle.

Michelle | Y así lo hice. Son un grupo de entre 6 y 8 personas que desde ese momento recibían mis llamadas, cuando me fueron a dejar corona fúnebre, cuando me fueron a tirar perros, cuando empecé a recibir llamadas de que me querían ir a violar a mí y a mis hijas, cuando empezaba a recibir fotografías de mi trasero, yo comprando en el super, cuando se supone estás comprando en el súper lo que sea. Dejé de sacar a mis hijas, me convertí presa en Guatemala, todavía trabajando allá, tratando de seguir haciendo mi trabajo bien y dejé de salir con mis hijas al cine, a los parques, al súper porque me daba pánico que les tomaran fotos y las empezaron a sexualizar como lo hacían conmigo todo el tiempo. Iba a comprar piñatas, ve ahí va la iguana mascadora. 

Lucía | Estas amenazas sucedieron en el 2021 y 2022, mientras los escándalos de corrupción del gobierno brotaban por todos lados. En el contexto de la pandemia, se compraron vacunas sobrevaloradas a los rusos, que no llegaron a tiempo o llegaron vencidas. Había investigaciones de una alfombra llena de dólares que recibió el presidente, y mientras tanto, los hospitales estaban desabastecidos y los doctores que trabajaban durante la pandemia no recibían sus sueldos a tiempo. Todo esto lo cubría Michelle en su trabajo periodístico. Y las repercusiones y críticas, incluyendo el apodo de iguana mascadora, llegaban de los llamados netcenter, es decir, gente anónima pagada por el gobierno para desprestigiar y amenazar a la oposición. 

Michelle | Están haciendo esto a través del famoso Lord Vader, que es un completo delincuente, él y todas esas hordas alrededor. Este tipo de Izabal, Puerto Informa, Rodrigo Polo, todas esas figuras, todas esas personas que yo he denunciado penalmente, y hasta el sol de hoy no he visto nada, absolutamente nada. Momentos directos de hablarme.

Lucia | Lord Vader, Puerto Informa, Rodrigo Polo, son personajes que a través de las redes sociales, se han dedicado a desprestigiar a jueces, periodistas, defensores de derechos humanos y a cualquier persona que defienda la lucha anticorrupción. Michelle se encontraba fuera del país cuando recibió su primera amenaza directa de violación. Era mayo de 2021.

Michelle | Y recibí una video llamada con el logo de CNN y aparecía un hombre masturbandose. Ah! y me dijo ¿te gusta, iguana mascadora? En lo que empecé a temblar colgué y lo bloqueé.

Lucía | Ante las amenazas, Michelle tuvo que cambiar su rutina, cuidarse más, dejar de salir. Y seguir trabajando e investigando. La cadena de televisión estaba al tanto de lo que sucedía y la apoyaba. Entonces Michelle recibió pruebas de que el presidente Giammattei había llegado al poder recibiendo sobornos y empezó a investigarlo. Durante seis meses vivió en  Estados Unidos, específicamente en Washington, DC, para hablar con testigos y buscar documentos. Encontró mas de 11 delitos.

Michelle | Y llegamos a consenso con la cadena de que yo no podía firmar la investigación porque estaba en riesgo mi vida, porque ya sabían todo lo que yo ya estaba empezando a vivir espantosamente, hasta una magistrada me tomó fotos en un informe de Consuelo Porras y se las mandó a este Lord Vader que me acosara, entonces ya sabían ellos no? 

Lucía | Consuelo Porras es la jefe del Ministerio Público y al igual que el fiscal general, Rafael Curruchiche, se encuentran en la lista Engels de actores corruptos y antidemocráticos de Estados Unidos. La actividad a la que se refiere Michelle fue el informe de anual de trabajo que presenta esta institución.

Lucía | A inicios de 2022, salió finalmente el resultado de su investigación al aire en CNN, con el periodista Fernando del Rincón. 

Michelle | Todo eso que investigué lo logramos plasmar en nueve minutos para que lo entendiera alguien a nivel universal ¿Cómo le explicabas al mundo eso, no? Y lo hizo y me sentía, o sea, yo me acuerdo que yo estaba sentada y lloraba de la emoción porque era mi bebé lo habían publicado, aunque no estaba mi nombre, no estaba dicho que había sido yo, pero yo lo había sufrido, peleé con todos los editores posibles, abogados, qué te digo peleé con mi vida por esa investigación. Después de la investigación me pusieron en calma.

Lucía | La pusieron en calma, es decir, le bajaron el perfil, pusieron una pausa en su exposición pública. Y Michelle regresó a Guatemala, pero desde que puso un pie aquí, comenzó de nuevo el acoso. 

Michelle | Y ahí es cuando yo regreso, la última vez el 26 de abril del año pasado a Guatemala y me hacen la vida imposible. El primer día publican los netcenteros mis itinerarios de vuelo. Al día siguiente una persona va a amenazar a mi familia, el tercer día Rodrigo Arenas decide publicar una noticia en el medio entre comillas medio porque no es medio “República” eh sexualizándome, atacándome como mujer, como mamá, como periodista. Habló cosas de mi que no tenían sentido, habló de mis hijas.

Lucia | El medio Republica GT al que se refiere Michelle es propiedad de Rodrigo Arenas, un empresario acusado en su momento por la CICIG de financiamiento electoral ilícito y la noticia que la sexualizaba, firmada como una investigación periodística, no era más que una lista de chismes en la que decían que Michelle es afin a grupos extremistas, que tenía una relación sentimental con una de sus fuentes y que abandonó a sus hijas, entre otras calumnias. 

Michelle | Entonces yo estaba en la casa de mis papás, cuando alguien acá me mandó esa esa noticia, la leí, entré en shock, mis papás trataron todavía como de sacarme, me llevaron a la playa. Yo estaba como me quería ir ya, porque sentía que al llegar implicaba eso, entonces logré venirme el 3 de mayo.

Lucía | Michelle regresó a Washington, DC, tras pasar muy pocos días en Guatemala. En la capital de Estados Unidos ella puede moverse fácilmente y tener acceso a fuentes internacionales e importantes a la mano, además de que ya había trabajado durante varios meses allí en la investigación que hizo sobre el presidente Giamattei. Y es en esa misma ciudad donde han viajado la mayoría de guatemaltecos que han salido exiliados en el último tiempo. Esto crea una comunidad de “los de afuera”. 

Michelle | Tenía cuatro horas, no, dos horas de poner el pie donde estaba viviendo cuando de repente me llama el vicepresidente de la cadena y me dice que los abogados en Guatemala habían llamado a los abogados en Atlanta para decirles que la fiscal general había dado luz verde para judicializar un caso en mi contra por la investigación que había publicado Fernando. Y que no podía volver, entonces que me quedara aquí un rato.

Lucía | Salir de Guatemala, no acabó con el acoso hacía ella. Fue entonces que entendió que había llegado al punto de no retorno.

Michelle | Y me tocó tomar la decisión de pedir asilo. Fue la decisión más difícil que he tomado en mi vida porque mis hijas estaban allá. Todos los días empezaron a encargar a partir de que yo regresé a aca de llamarme que amenazarme con violarme, a los números que yo todavía tenía de Guatemala. Me mandaban vídeos de mujeres a las que estaban violando y yo tenía que lidiar con, no solo con la amenaza, sino la impotencia de no saber que había sido de la persona a la que estaba viendo en ese vídeo. 

Lucía | Una investigación reveló que esas llamadas amenazantes provenían de Colombia y tuvo que cambiar de número de teléfono. En ese momento sintió que se había quedado completamente sola. 

Michelle | Y ahí fue cuando realmente, ahí fue cuando sentí el impacto de lo que iba a ser estar lejos de mi país y tener que empezar a luchar sola de cero. Caí en una depresión espantosa, espantosa, me rompieron el corazón de mil maneras. En todo sentido. Y es cuando me di cuenta de que tenía que empezar a velar por mis hijas también que era, que no sabía cómo traerlas, que no sabía qué iba a pasar. 

Lucía | Toda esta situación ha sido muy díficil para Michelle, quien aún conserva su trabajo en CNN, pero ha tenido que reinventarse para seguir haciendo periodismo con un estatus migratorio en proceso de ser definitivo en los Estados Unidos. Y además le ha tocado aprender a vivir sin sus hijas, haciendo de madre, pero lejos. 

Michelle | Conté con el apoyo de gente maravillosa, que sin conocerme me abrió las puertas de su casa y confió en mí solo por, gracias a Dios por eso, saber la historia y el trabajo que yo había hecho en Guatemala. Sin darme cuenta mucha gente aquí lo ha visto, me apena y me siento, me siento muy avergonzada a veces cuando me pasa, pero pero pues sí, sí, como que sí vieron mi trabajo aquí más de algunas personas y lo reconocen y entonces me han ayudado.

Michelle | Y pues ahora estoy aquí varada, viendo atrás, rota, rota. No, nunca se va a superar si no que tenes que aprender a vivir con esto. Mis hijas, mis hijas, mis hijas, hablo con ellas todos los días, todo el día. Estoy con ellas en sus decisiones, en sus mejores momentos, en sus colegios, en la emoción o en el yernito que me hace sufrir a mi hija. Digamos, las cosas normales de ser madre de una adolescente de 17 años y de una niña de seis años. Estoy con ellas todo el tiempo. Estoy pendiente de ellas todo el tiempo pero estoy lejos.

Lucía | Ambas entienden la situación que vive su mamá de diferente manera, pero ambas presenciaron cómo el acoso fue acercándose y volviéndose más intenso cada vez. 

Michelle | Sí, ellas comprenden perfectamente eso, la que tiene que aprender a lidiar con tenerlas lejos, soy yo. Es duro estar lejos de tu país. Por eso te decía hace un rato cuando entraste, extraño las bombas de iglesia, me van a matar en Guate oyéndome decir esto, va, las bombas de la Iglesia a las cuatro de la mañana sí, amigos, las extraño este, ay. Bueno, no, porque aquí me manejo, cuento con la fortuna, es increíble de contar con transporte público idóneo, bus, tren o mis patines que es mi transporte favorito, pero sí me hace falta el olor de la calle hasta el olor de cuando llueve ahí por cerca del trébol.

Lucía | Michelle Mendoza no es la única periodista guatemalteca en el exilio. Al menos cuatro mujeres periodistas más han salido durante el gobierno de Alejandro Giammattei. Sus casos son muy parecidos, han sido acosadas por varios de los mismos netcenters, han sido perseguidas, calumniadas y estas amenazas han llegado a sus familias, a sus ambientes laborales, haciendo su situación insoportable hasta el punto que han tenido que marcharse del país. 

Michelle | Todos los colegas va, está bien. Está bien los que estamos trabajando en las urbes de acuerdo, los colegas comunitarios en pre elecciones porque y lo decía aquí porque el periodista comunitario, el vecino puede que sea el alcalde que está cometiendo delitos y pues este va a hablar de él y es más fácil que vaya a sufrir algún atentado. Por supuesto tenés al monopolio que le sigue llevando ese mensaje equivocado a la población que vive en la Guatemala profunda, entonces siguen mandando el mensaje equivocado a las personas que la única herramienta que tienen es el monopolio, la prensa independiente va a seguir sufriendo, elPeriódico tuvo que cerrar. 

Lucía | El diario El Periódico del que habla fue fundado en 1996 por José Ruben Zamora, quien desde julio del 2022 se encuentra preso acusado de lavado de dinero, chantaje y tráfico de influencias. El medio de comunicación fue allanado, congelaron sus cuentas, y fue asfixiado al punto que dejó de circular impreso el año pasado, y a mediados de mayo del 2023 finalmente dejó de existir. Zamora, un periodista multipremiado internacionalmente no ha gozado de las mas mínimas garantías para tener un juicio justo. Sus abogados fueron criminalizados y varios periodistas que han cubierto las audiencias, han tenido que salir al exilio por persecuciones judiciales. Zamora y elPeriódico han destapado investigaciones de corrupción durante el gobierno de Alejandro Giamattei.

Michelle | Los dejaron sin empleo, y es algo que tampoco se habla, hay muchos colegas de elPeriódico, algunos que yo quiero muchísimo con los que he hablado y están sufriendo errores por esta situación porque es que esto no solo te detiene, en mi caso me tiene lejos. Te quita, te corta, el que te el que te ataquen por decir la verdad atenta contra tu propia identidad. Porque te ponen ante el espejo de decir que si lo que estás haciendo es demasiado sacrificio, es lo correcto, es lo que mereces, es lo que tenés que vivir. Te contrapone cuando lo único que estás haciendo es tratar de hacer tu trabajo. Aquí hay un sufrimiento psicológico espantoso para todos nosotros y la diferencia es que nosotros lo sufrimos en silencio porque no somos las noticia.

Lucía | A finales del año pasado, el Observatorio de Periodistas de la Asociación de Periodistas de Guatemala (APG) reportó que durante el gobierno de Alejandro Giammattei han ocurrido 389 agresiones contra periodistas, y que 105 de estos hechos ocurrieron de enero a octubre del 2022. Y en su informe del estado de situación de la libertad de expresión 2022 afirma que “Por la intolerancia a la libertad de expresión y por su actitud autoritaria, este gobierno pasará a la historia como el de más acciones en contra de este derecho ciudadano”. Y esto no parece que va a parar:

Michelle | Porque mientras salga una vocecita a decir algo diferente a lo que ellos no quieren, van a ser hasta lo imposible por atacarte, encontrarte lo que sea y digo yo a mí me quitaron todo si quieres verlo de esta manera, físicamente. Psicológicamente me quitaron la cercanía con mis hijas. Me quitaron mi país. Me quitaron mi comida. Me quitaron a mi familia, mis amigos, mi forma de trabajar porque el trabajo lo sigo teniendo, pero no me quitaron ni mi nombre ni mi dignidad. Ni mis ganas de hacer algo por ese país. Tengo la solvencia moral intacta. Eso sí, me puedo jactar de ello con la cara bien en alto. A mí nadie me puede decir a esta chava, a esta mujer, a esta periodista, le pagué, le hice la nada, me amenazaron con cualquier cosa. Si yo estoy aquí es por sanidad mental y porque yo no tengo ninguna garantía de que a mí no me van a meter a la cárcel. Yo no la tengo y no lo subestimo. Y no es miedo a ellos, es miedo a todo el sistema que tienen porque tienen todas las herramientas.

Lucía | De ser un madre trabajadora y salir a diario a cubrir las noticias en Guatemala, Michelle pasó a estar en espera de que se legalicen sus papeles en otro país y pueda volver a abrazar a sus hijas. Sus días son muy diferentes a lo que eran antes. 

Michelle | Trato de organizar mi entorno, me pongo a barrer aquí afuera o así como me voy a caminar un poco con café, leo los periódicos de Guatemala, mucha gente me dice, no despegues, no puedo, no se puede, es una enfermedad. Es una relación de amor odio y Guatemala es una enfermedad total y una codependencia y luego pues voy a reunirme siempre con un grupo con el que platicamos de distintos temas sobre personas que terminamos aisladas de alguna manera. 

Lucía | Michelle también estuvo aprendiendo a utilizar una maquina de coser, terminó un quilt, una especie de colcha hecha de retazos y me pidió el favor de que la llevará a Guatemala para su hija pequeña. Días después de mi regreso, Michelle me envió un video de su hija pequeña abrazando el edredón antes de irse a dormir.  

Michelle sigue su vida, está aplicando para ser voluntaria en un refugio de animales, está en clases de inglés, está llenando convocatorias para aplicar a fondos y hacer proyectos de su interés, y todavía le da tiempo de ir a clases de tango. 

Michelle | Voy a reuniones de gente desconocida que quiere conocer gente. Me voy a caminar horas y este lugar tiene hermosos parques y mil cosas para hacer entonces. Y mis tardes y noches, pues trato de escribir. Estoy, estoy haciendo varios proyectos. Creo que este año se van a desarrollar uno de ellos, pues es mi libro, contar un poquito ya más a detalle todo lo que todo lo que he vivido, lo que he sentido, las emociones, dejar algo, crear herramientas para los que vienen para atrás. Hacer lo que me dijo otra de las personas prepárese para contar su historia 10 veces a las personas que tenga que contárselo, hablar de Guatemala aquí con la gente con la que tenemos que hablar.

Lucía | Ahora, Michelle tiene nuevas oportunidades, se le han abierto puertas. Un día después de la entrevista la vi en una reunión con guatemaltecos exiliados, estaban varios fiscales, jueces, mi hermana. Parecía una mini Guatemala, llena de gente que quiere seguir trabajando por la democracia o la justicia, aunque les toque hacerlo desde afuera. 

Michelle | Esperar a que pasen algunos años, que es lo que te tienes que esperar cuando empiezas estos procesos, quién sabe, algún día regresar y hacer algo por Guatemala.

Lucía | Este fue el podcast de DES-AUTORIZADAS, un especial de periodismo multimedia que cuenta los retrocesos democráticos en Centroamérica y su impacto en las mujeres, con el apoyo de Free Press Unlimited. El episodio de Guatemala fue producido por No-Ficción y editado por Indomables podcast. Los demás medios participantes incluyen a Divergentes de Nicaragua, Contracorriente de Honduras, Revista Factum de El Salvador e Indomables de Panamá. Si te pareció valioso este episodio, compártelo con más personas. Las demás historias del especial se publicarán poco a poco en las redes y plataformas de los distintos medios participantes. ¡Mantente pendiente para leerlas y escucharlas!

Este podcast forma parte de #DesAutorizadas, un especial transfronterizo y multimedia que narra cómo el retroceso democrático impacta en las mujeres de cinco países de Centroamérica. Una alianza de Revista Fáctum desde El Salvador, Contra Corriente desde Honduras, Divergentes desde Nicaragua, Las Indomables, desde Panamá y No Ficción desde Guatemala, con el apoyo de Free Press Unlimited.